SÉLIME, HIJO DE CHABANE Y SU LIBRO

 (Traducción de Jorge Lobillo, Instituto Veracruzano de la Cultura,
  Gobierno del Estado de Veracruz, México, 1995)

 Así habló,
 en Estambul,
 en una taberna del Mercado de Mariscos, 
 el encargado del registro carcelario:
 "Estas manos
 que veis,
 con dedos quemados,
 asados por las chispas, 
 tocadas por corazones humanos:
 las manos de vuestro servidor, 
 encargado del registro carcelario
 desde hace veinticinco años,
 un cuarto de siglo, de buena sangre...
 La vida humana es demasiado corta, tal vez,
 quizá, al contrario, excesivamente larga...
 Bebamos todavía un trago más..."
 "Este atardecer, las lágrimas aún,
 las lágrimas,
 son veneno en mi vino..."
 El tranvía abandona la plaza de Emineunu
 en dirección de Bebek.
 El Mercado de Mariscos se hunde en las tinieblas.
 Llueve,
 detrás de las ventanas de la taberna...
 "Querido mío,
 no soy sino una hoja 
 remolineándose al viento..."
 como decía Moualine Nadji,
 el difunto Nadji, el poeta...
 Por qué ese tumulto,
 por qué esos gritos?
 Y por qué los hombres
 son también tristes como ese pescado
 que duerme en este plato?
 En el día del Juicio Final,
 vuestro servidor, 
 encargado del registro carcelario,
 tendrá una pregunta que hacer
 al Ángel de la Muerte...
 Bebamos todavía un trago más...
 Nunca habeis visto ahorcar a un hombre?
 Vamos a colgar uno mañana,
 al alba, 
 desde el alba...
 El Sultán Rojo
 mandaba tirar al mar
 a los estudiantes de la Escuela de Medicina,
 desde la Punta del Sérail.
 Se dice que la corriente se llevaba los sacos,
 que nunca volvimos a encontrar...
 y tantos hombres,
 en la Revolución
 sí, tantos hombres, fueron ahorcados...
 Antiguamente, se les colgaba del puente;
 a éste,
 se le ahorcará sobre la Plaza de Sultán-Ahmet...
 Se va a remojar
 si continúa lloviendo...
 Bebamos todavía un trago más...
 "La ciudad de Estambul es única en el mundo,
 el aire y el agua infunden a usted una vida nueva..."
 ha dicho el poeta,
 el poeta Nédime...



 II. SÉLIME, HIJO DE CHABANE
 
 La vidriería de Beykoz
 es de lo más moderno que hay.
 Se producen allí:
 vidrieras no siempre transparentes,
 vasos para agua un poco torcidos,
 pero los vasos para licor de vidrio tallado
 son puras maravillas.
 
 Sélime no era jefe de equipo,
 pero tenía el don de los grandes maestros.
 Del vaso salido de sus dedos,
 usted podía,
 a ojos cerrados,
 hacer un espejo.
 
 Y Sélime miraba a usted,
 como para taladrar un misterio,
 para comprender no se sabe qué.
 Cuando él creía en algo, 
 su fe no se mezclaba,
 y aquello que amaba,
 lo amaba sin partición.
 Él amaba las vidrieras,
 las lámparas
 y los garrafones,
 y aborrecía los vasos para licor...



 III. KOUZGOUNDJOUK

 Cuando se trabaja en Beykoz, 
 uno debería vivir allí.
 Per Kouzgoundjouk es un lugar encantador,
 y la dueña de la pensión
 y su hija Raquel
 preparan una confitura de rosas admirable...

 En el marco del espejo, una tarjeta postal:
 el paisaje de la ciudad de Niza,
 una silla, una cama, una consola...
 Las ventanas daban sobre el mar...
 Al sol, en el cielo raso, los reflejos del agua,
 y durante la noche pasaban sombríos buques de carga
 que se alejaban,
 dejando a usted solo y desarmado...

 El cuarto de Sélime era espacioso y claro.

 En el baldío terreno contiguo
 pañoletas estampadas se secaban, rojas, al sol.
 A la derecha
 la quinta de Djevdet Pachá.
 En la quinta, un pavo real
 y la señora Mebrouré.
 Vestida con ropaje de tafetán,
 la señora Mebrouré era muy vieja
 y sus ojos azules ya no veían más.
 La señora Mebrouré confeccionaba encajes,
 despertaba, elaboraba una rosa blanca,
 volvía a dormirse, y la rosa se deshacía...
 En la quinta de pasión Djevdet Pachá,
 la señora Mebrouré
 era bella y muy olvidada...

 Cuando se trabaja en Beykoz,
 uno debería vivir allí.
 Pero Kouzgoundjouk es un lugar encantador,
 y Sélime escuchaba ahí al atardecer
 los gritos de los niños,
 que, desnudos como peces sin escamas,
 se arrojaban del terreno baldío donde secaban
 pañoletas
 a la conquista del mundo...



 IV. EL LIBRO

 "El Libro debe ser Viento, correr la cortina.
 El Libro debe ser Potro del Sha Ismael,
 encaramarte sobre su lomo
 y lanzarte al asalto de los dragones...
 Los dragones están en la puerta de la fortaleza,
 los dragones están allí, monstruos negros con siete
 cabezas,
 terminarás por vencerlos,
 y penetrarás a un jardín..."

 Sélime había encontrado ese libro:
 caracteres muy negros
 sobre papel blanco,
 un libro de una cuarentena de páginas,
 grande como la mano...


 V. EL ÚLTIMO BARCO

 El último barco se aleja del muelle:
 sus luces se mezclan con las estrellas,
 el <<64>> resbala sobre el agua,
 desierto y cansado.

 La noche se llena de voces.
 En el espejo, el brazo de Raquel,
 la mano de Sélime
 y el surco del barco...
 "Tu mano, Sélime, me quema como lumbre..."

 La carne de Raquel era blanca,
 sus ojos sombríos y los cabellos rojizos..."


 VI. LA PÁGINA 21

 "Empezaremos por invocar la Tierra.
 Tú que eres Tierra,
 es necesario saber amarte.
 En ti reposa el grano de nuestras cosechas
 y los cimientos de nuestras casas.
 En tu seno, nuestro fierro y nuestro carbón,
 en tu seno, nuestra vida,
 efímera como los vientos,
 en ti...
 Tú que te llamas Tierra,
 tú cambias sin tregua.
 Tú nos creaste en las gotas de tu agua.
 Nosotros te transformamos
 y nos ocurre lo mismo..."

 Así habla la página 21.
 Sélime volvió a cerrar el libro.
 Comprender,
 es cantar el primer canto de la libertad.
 Y Sélime,
 hijo de Chabane,
 canta...

 VII. EL SUEÑO DE RAQUEL

 -HASSAN, el contramaestre, fue cesado,
 tiene hijos,
 grandes como tres manzanas...
 El panadero Laze quebró
 y ayer,
 Moisés, el doctor, se suicidó...

 Desde que te escucho, Sélime,
 tengo suenos tremendos:
 hombres gordos, con brazos inmensos,
 sangre en uñas y espalda,
 y sacos llenos de oro,
 avanzan en cadencia...
 Ellos matan hombres de tal manera, Sélime,
 matan tanta gente...
 -No temas nada, los días nos pertenecen,
 los días son nuestros Raquel...

 VII. LA PÁGINA 40

 "EN DEFENSA sobre el mundo
 en la sangre y en el fuego,
 atrajeron del séptimo subsuelo de la tierra a aquellos
 que cavarán sus tumbas..."
 Así habla la página 40.
 Cualquiera que no repita
 lo que ha entendido,
 no es sino un cobarde...

 Y Sélime,
 Sélime, hijo de Chabane...

 

 IX. ESTAMBUL, LA PRISIÓN Y EL ENCARGADO
        DEL REGISTRO CARCELARIO

 FORMIDABLE cantidad de nuevos ha llegado hoy.
 Entre otros:
 el cabecilla de la droga,
 el negocio de las Aduanas,
 y el crimen de Topkapi.
 Número de detenidos: 727,
 sin contar las mujeres...
 Una vez más he aquí franqueada
 la hora de la melancolía y el alcohol.

 Tenemos un huésped más;
 inscribámoslo:

 1912,
 nacido en 1912,
 nombre del padre: Chabane...
 Querido amigo,
 mientras lo inscribo,
 echad pues una mirada por la ventana:
 a la luz del atardecer,
 Sultán-Ahmet
 no es más que una mezquina de piedra,
 parece construida
 con vitrales multicolores...

 ...en 1912,
 nacido en 1912,
 nombre del padre: Chabane,
 nombre: Sélime...
 incapaz de mantenerse en pie,
 el ojo izquierdo sanguinolento...
 yo sé bien por qué...
 Por qué, querido mío,
 ese tumulto,
 por qué esos gritos en la ciudad?
 Oh Fouzouli, y tú Galip, y tú Nédime,
 donde estáis vosotros, poetas?
 "La ciudad de Estambul es única en el mundo,
 el aire y el agua infundena usted una vida nueva..."
 ha dicho el poeta,
 el poeta Nédime..
 
   
 Nazim Hikmet